martes, 29 de noviembre de 2022

A PIE DE PÁGINA. PLACERES EN EL DESIERTO DE LA LECTURA - FERNANDO CASTRO FLÓREZ

   


    Título original: A pie de página. Placeres en el desierto de la lectura, 2022

    Tapa blanda: 117 páginas

     Edición: La Caja Books, 2022

     ISBN: 978-84-17496-63-0

      Puntuación:  7/10

 

 

 

 

   En primer lugar agradecer a Babelio, Masa Crítica y a La Caja Books el envío del ejemplar. El libro está editado en rústica en formato muy pequeño, manejable y agradable al tacto, con un tamaño de letra bastante bueno y una ilustración en la cubierta muy colorida y evocadora.

 

   En este pequeño librito, a medio camino entre un ensayo y una especie de memorias escritas al vuelo, el autor, Fernando Castro Flórez, filósofo, esteta y crítico de arte, hace un recorrido sobre su relación con los libros y la literatura, además de aportar reflexiones filosóficas propias y ajenas sobre la experiencia vital que representa ser un lector empedernido. 

   Comienza su andadura vital ligada a los libros en la biblioteca de su localidad natal, copiando extractos de la enciclopedia en sus trabajos y cruzando los dedos para que el profesor no cayese en la cuenta del atajo tomado. Después cuando decidió estudiar filosofía, comenzó su voracidad lectora y la experiencia universitaria abrió su mente a nuevos estilos y autores. A continuación nos habla de su vida profesional, ligada en mayor o menor medida al mundo del arte y entre el mismo siempre ha habido cabida para la palabra escrita. Todo ello regado con su modo particular de vivir y sentir su pasión lectora.

   Me he sentido muy identificada con muchas de esas manías lectoras que todo lector que se precie se enorgullece de compartir con otro especímen al que considera hermano en su bibliofilia. ¿Quién no ha acarreado a todos lados el libro que está leyendo y que echa en el bolso o maleta aún sabiendo que cuando llegue a su destino no va a tener tiempo ni de abrirlo? Creo que todos los que me leáis lo habréis hecho en más de una ocasión. También habréis ido de viaje con la mitad de la maleta llena de libros(en casos de lectores juiciosos, el resto, los que ya o tienen remedio, con la maleta al completo dejando sólo espacio para un par de mudas limpias 😅), no vaya a ser que te quedes sin lecturas para escoger, un gran drama.

   También comparto sus problemas de espacio y orden satisfactorio de la bibloteca personal, ese ser con vida propia que se adueña de tu casa y se niega a ser domesticado. Los bibliófilos siempre andamos en la búsqueda del orden perfecto de nuestras estanterías, otro mito irrealizable.

 


 

   Una de las pocas cosas que no comparto y siempre suelo equiparar a un pecado capital lector, es la manía del autor con el subrayado del libro mientras lee. Además en su caso, requiere de un lápiz especial para poder subrayar y leer a su gusto, llegando hasta el punto de no disfrutar de la lectura, o directamente no leer si no dispone de ese tipo de lápiz en el momento.

    Es algo que a mí me parece un sacrilegío, pero que sé que muchos lectores lo perpretan en todas sus lecturas. Puedo llegar a comprender que son lectores a los que les gusta recrearse en los pasajes que más emoción o reflexión les produjeron cuando leyeron el libro y que así lo tienen resaltado si quieren volver a consultarlos, pero ¿volverían a resaltar las mismas frases en otro momento del tiempo?. Todos los lectores sabemos que la percepción que tenemos sobre la valoración que hacemos sobre una obra leída va cambiando con el tiempo, y creo que ese método puede servir para valorar cómo ha cambiado la nuestra con el tiempo, pero aún así es algo que destroza el libro y debería haber pena de cárcel para el que lo haga, sólo digo eso 😁. Además debo añadir, el efecto negativo que produce al lector que lee un libro previamente subrayado por otro, condiciona toda su lectura, además de ser muy incómodo para la vista 😠. Por favor no lo hagáis con libros que os han prestado (en especial los de bibliotecas), es una falta de respeto y consideración hacia futuros lectores del mismo ejemplar.

   En definitiva, es una lectura ágil y muy interesante, que hará que los bibliófilos y amantes de la lectura sientan que no están solos en una afición por lo demás solitaria e incomprendida por parte del pequeño mundo que nos rodea a cada uno de nosotros. 


   "Los libros arden mal y pesan muchísmo. Esos objetos encuadernados hacen que uno, literalmente, se deslome. Cambiar de vivienda puede llevar al odio por los libros y, simultáneamente, a sentir que no podrías desprenderte de ellos. La biblioteca ha terminado por apoderarse de todos los lugares en que he vivido: no hay estancia en la que no imponga su ley."

 

  

 FERNANDO CASTRO FLÓREZ 

Filósofo, esteta y crítico de arte español.