Tít. orig.: Reinos de sangre. La forja de
España, 2017
Tapa blanda: 416
páginas
Edición: ALMUZARA
ISBN: 978-8417229030
Precio: 18,95 € (ebook 6,17 €)
Puntuación: 8/10
Con esta novela me he sumergido en la narración de unos hechos que pasaron hace casi mil años y que representaron un hito en la historia del nacimiento de España como nación.
La obra se centra en la figura de dos reyes de la Hispania cristiana en la Alta Edad Media: Sancho Garcés III de Pamplona (c. 990/92-18 de octubre de 1035)
, apodado "el Mayor" o "el Grande", rey de Pamplona y conde de Aragón; y de su hijo Fernando I de León (c. 1016-León, 27 de diciembre de 1065)
, llamado "el Magno" o "el Grande", rey de Galicia, de Castilla y de León.
Ambos monarcas consiguieron aunar en su persona el poder sobre la mayor parte del territorio en manos cristianas de la península ibérica durante el siglo XI. Según nos cuenta la novela, ambos eran personajes muy carismáticos y aguerridos, el padre más frío y calculador que el hijo, pero éste último no le iba a la zaga. Ninguno de los dos despreciaba la idea de derramar sangre, traicionar o envenenar, incluso a los de su porpia familia, con tal de conseguir lo que se proponían.
Sancho III "el Mayor" |
Fernando I "el Grande" |
Ambos monarcas consiguieron aunar en su persona el poder sobre la mayor parte del territorio en manos cristianas de la península ibérica durante el siglo XI. Según nos cuenta la novela, ambos eran personajes muy carismáticos y aguerridos, el padre más frío y calculador que el hijo, pero éste último no le iba a la zaga. Ninguno de los dos despreciaba la idea de derramar sangre, traicionar o envenenar, incluso a los de su porpia familia, con tal de conseguir lo que se proponían.
La obra comienza mostrándonos los últimos momentos en la vida del rey Fernando, ya decrépito y viéndose a las puertas de la muerte, lo vemos arrepentitse de sus numerosos pecados, pero sobre todo de haber dispuesto en su testamento el reparto de sus reinos entre sus tres hijos varones. Sabe que va a haber una lucha encarnizada y a muerte entre ellos por recuperar lo que creen que sólo debe ser de uno, porque él ya ha sido partícipe de una situación similar. Su padre, el rey Sancho, a su muerte también repartió su reino entre sus tres hijos lo que tuvo un cruel y sanguinario desenlace.
Retrato imaginario de Fernando I de León, por Antonio Maffei (1855) |
Fueron años turbulentos, de continuos enfrentamientos y conjuras; de guerras fratricidas por la ambición de poder y riquezas, pero también años en los que se produjeron grandes conquistas y donde surgieron heróicas leyendas.
Con esta novela, el autor consigue poner de relieve estos hechos, y aunque se sabe que todos los acontecimientos que se producen en la esfera privada de los personajes, que sí fueron reales, y sus pensamientos son obra de su imaginación, sí son verosímiles y ayudan a crear la atmósfera necesaria para disfrutar de la historia.
Aparecen muchos personajes secundarios que fueron reales y uno de ellos es un joven Rodrigo Díaz de Vivar, futuro Cid Campeador; y otros que no lo fueron pero que bien podrían haberlo sido, como el juglar Ero o el consejero del rey fernando Schlomo Xaia. Esto según mi opinión demuestra que el escritor ha realizado una buena labor de documentación, porque todos ellos están muy bien definidos y ayudan a dar agilidad y credibilidad a la historia.
Aparecen muchos personajes secundarios que fueron reales y uno de ellos es un joven Rodrigo Díaz de Vivar, futuro Cid Campeador; y otros que no lo fueron pero que bien podrían haberlo sido, como el juglar Ero o el consejero del rey fernando Schlomo Xaia. Esto según mi opinión demuestra que el escritor ha realizado una buena labor de documentación, porque todos ellos están muy bien definidos y ayudan a dar agilidad y credibilidad a la historia.
Me ha gustado mucho como el escritor le da voz no sólo a los poderosos, sino que desde un juglar, a un monje, pasando por un criado, todos ellos tienen su momento y aportan su visión de la historia.
Los capítulos son cortos y se leen de forma rápida. La historia te atrapa y te transporta, pero pasa por algunos hechos casi de puntillas y los saltos en el tiempo son algunas veces demasiado amplios, lo que diluye nuestra percepción en la evolución de los personajes.
Con todo esto puedo concluir que es una novela histórica muy entretenida, que arroja luz sobre un período de nuestra historia bastante olvidado, y que pone de manifiesto que la historia real puede ser igual de apasionante y sorprendente, o incluso más, de lo puede serlo una obra de ficción. Creo que el autor puede aprovechar este comienzo y continuar con la historia de los hijos del rey Fernando, ya que daría mucho juego la guerra que se produce entre ellos y ver al Cid en todo su apogeo.
Muy recomendado para los amantes de la novela histórica, pero también para los amantes de las historias con intrigas y traiciones.
Finalmente, agradecer a la editorial Almuzara y a Masa crítica que han hecho posible que yo haya podido leer esta buena historia.
Con todo esto puedo concluir que es una novela histórica muy entretenida, que arroja luz sobre un período de nuestra historia bastante olvidado, y que pone de manifiesto que la historia real puede ser igual de apasionante y sorprendente, o incluso más, de lo puede serlo una obra de ficción. Creo que el autor puede aprovechar este comienzo y continuar con la historia de los hijos del rey Fernando, ya que daría mucho juego la guerra que se produce entre ellos y ver al Cid en todo su apogeo.
Muy recomendado para los amantes de la novela histórica, pero también para los amantes de las historias con intrigas y traiciones.
Finalmente, agradecer a la editorial Almuzara y a Masa crítica que han hecho posible que yo haya podido leer esta buena historia.
ÓSCAR EIMIL
Jurista, articulista y escritor español. Reinos de sangre es
su primera novela.
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