Título original: The Weaver´s Grave, 1919
Tapa blanda: 77
páginas
Edición: Sajalín
Traducción: Celia
Filipetto
ISBN: 978-8493805104
Precio: 8,92 €
Puntuación: 9/10
Soy una lectora impulsiva, creo que de eso ya os habréis dado cuenta jeje; leo de todo, más o menos 😅, y me es muy difícil seguir una lista de lecturas sin que ningún título irrumpa de pronto en ella y la mande a freir espárragos 😂.
Este caso es uno de ellos... Desde que ví esta novela corta en el canal de booktube Libros prestados (es uno de mis favoritos, os lo recomiendo si os gusta conocer títulos poco conocidos y Eli es muy graciosa e ingeniosa en sus comentarios, id ya a verlo que no vais a parar hasta verlos todos!), no pude parar hasta tenerlo en mis manos. Eso me llevó a que afortunadamente para mí, y a unos cuarenta kilómetros de mi casa 😅, encontré que lo tenían en una biblioteca, y ahí que con treintaitantos grados en Sevilla me fui después de comer a por él (una locura, pero soy así cuando se me mete algo entre ceja y ceja... y más aún si es un libro!).
Una vez con él en mi poder lo he devorado de un tirón.
Y es que aún siendo tan corta, esta pequeña joya te lleva a reflexionar sobre temas tan trascendentales como el paso del tiempo, el olvido, la memoria, el pasado y también el futuro. Es un alegato al recuerdo, porque es muy importante recordar nuestro pasado para saber quienes somos y poder así afrontar de mejor manera nuestro futuro. Y eso es lo que consigue el autor con este relato, hacernos pensar si la muerte es el final, o si el verdadero ocaso se encuentra en el olvido.
Una gran lectura.
Mortimer Hehir, el tejedor de un pequeño pueblo irlandés, ha muerto, y
sólo dos ancianos, el picapedrero Cahir Bowes y el fabricante de clavos
Meehaul Lynskey, pueden encontrar la tumba de su clan en el lúgubre y
ancestral cementerio de Cloon na Morav (el Prado de los Muertos), donde
únicamente las familias más antiguas del lugar tienen derecho a ser
enterradas. En su tragicómica busqueda les acompañan dos jóvenes
enterradores y la viuda del tejedor, que son testigos obligados de las
trifulcas y ansias de notoriedad de ambos ancianos.
"Los dos viejos se pasearon por Cloon na Morav sin ninguna
prisa por concluir su encargo. Al fin y al cabo llevaban mucho tiempo
retirados, olvidados, abandonados por el mundo. Nada había más precioso
para ellos que la sensación de volver a sentirse útiles. Sabían que,
concluido el encargo, era poco probable que en este mundo nadie volviese
a requerir su ayuda."
"Cahir Bowes, el picapedrero, tan doblado de cadera para arriba que andaba con la espalda horizontal, como los animales. Empuñaba en la mano derecha un bastón que lo sostenía por delante, mientras con la izquierda se sujetaba la chaqueta por detrás, justo por encima de los riñones. Con estas estratagemas conseguía no caerse de bruces al andar. La fuerza magnética de la madre tierra tiraba de la frente de Cahir Bowes, y Cahir Bowes evitaba hasta el final su beso funesto."
Está escrito de una manera tan poética y melancólica, con comentarios
y descripciones irónicas y repleto de toques de humor que completan ambientación
tan conseguida, que te parece estar oliendo la tierra húmeda y el musgo
de ese cementerio milenario entre sus páginas."Cahir Bowes, el picapedrero, tan doblado de cadera para arriba que andaba con la espalda horizontal, como los animales. Empuñaba en la mano derecha un bastón que lo sostenía por delante, mientras con la izquierda se sujetaba la chaqueta por detrás, justo por encima de los riñones. Con estas estratagemas conseguía no caerse de bruces al andar. La fuerza magnética de la madre tierra tiraba de la frente de Cahir Bowes, y Cahir Bowes evitaba hasta el final su beso funesto."
Y es que aún siendo tan corta, esta pequeña joya te lleva a reflexionar sobre temas tan trascendentales como el paso del tiempo, el olvido, la memoria, el pasado y también el futuro. Es un alegato al recuerdo, porque es muy importante recordar nuestro pasado para saber quienes somos y poder así afrontar de mejor manera nuestro futuro. Y eso es lo que consigue el autor con este relato, hacernos pensar si la muerte es el final, o si el verdadero ocaso se encuentra en el olvido.
Una gran lectura.
"Fíjate bien, Nan, fíjate bien lo que te digo del tejedor. Su vida fue un
sueño y su muerte es un sueño. Y su viuda, que está aquí, es un sueño. Y
el mundo entero es un sueño. ¿Me oyes, Nan, lo que te digo, que este
mundo no es más que un sueño?"
"La gente escucha, recuerda y cree cuanto oye en los velatorios, porque es más preciado que nada de lo que se dice en la escuela, la iglesia o el teatro. Y no precisamente porque en los velatorios la gente se divierta. Sino más bien porque en los velatorios se hace un repaso pormenorizado de los fantasmas familiares."
"La gente escucha, recuerda y cree cuanto oye en los velatorios, porque es más preciado que nada de lo que se dice en la escuela, la iglesia o el teatro. Y no precisamente porque en los velatorios la gente se divierta. Sino más bien porque en los velatorios se hace un repaso pormenorizado de los fantasmas familiares."
SEUMAS O´KELLY
Destacado periodista, dramaturgo, poeta y escritor irlandés. Compañero de James Joyce en la University College de Dublín. Su obra maestra, La tumba del tejedor, publicada póstumamente, está presente en la mayoría de antologís de la literatura irlandesa.

¡Hola!
ResponderEliminarMe llama mucho la atención esta lectura, así que voy a ponerme en campaña para tratar de conseguirlo.
Gracias por esta reseña.
Felices lecturas :)
Te deseo suerte! Espero que puedas leerlo pronto. Bss!
Eliminar¡Hola! Me ha gustado todo lo que nos cuentas, además, por ser tan cortito, creo que es ideal para leerlo entre lecturas más pesadas. Gracias por la reseña. ¡Un beso!
ResponderEliminarMuchas gracias! Bss!
EliminarMe gusta lo que cuentas, no conocía este título y me ha llamado mucho la atención. Anotado y espero hacerme pronto con él, pienso que me gustará aunque me dejará cierto desasosiego, ya que me suele pasar cuando se reflexiona con estos temas. Gracias por descubrirmelo, un abrazo.
ResponderEliminar