domingo, 11 de noviembre de 2018

APEGOS FEROCES - VIVIAN GORNICK



    Título original: Fierce Attschments: A Memoir, 1987     
       
     Tapa blanda: 200 páginas

     Edición: SEXTO PISO

     Traducción: Daniel Ramos Sánchez

      ISBN: 978-8416677399

      Precio: 18,90 € (ebook 11,39 €)

      Puntuación: 7/10




           
    Conocí la existencia de esta libro tras verlo recomendado por varios booktubers y blogeros. Todos ellos, sin excepción, valoraban estas memorias de una manera muy positiva, y después de haberlas leído he de decir que para mí ha sido una buena lectura.

   Tal como indica su título, este libro va sobre apegos, apegos feroces. Son feroces porque conocemos la vida de su autora centrada en la relación con su madre, y todos sabemos que los sentimientos que nos unen a nuestra madre son especiales, primarios, lo que convierte todo lo que pueda acontecernos con ella en algo que marca nuestra existencia. La autora no es una excepción y yo tampoco. De hecho, he visto reflejada mi relación con mi madre en algunos momentos de la historia. Creo que cualquier persona que lo lea, sobre todo si es mujer, tendrá las mismas sensaciones.

 
   Mientras la autora y su madre van paseando por las calles de la ciudad de Nueva York, escuchamos anécdotas de sus vidas, vemos cómo es su relación y por qué es así, somos testigos de sus desgracias, porque alegrías hay pocas, y nos impregnamos de la vida en la Gran Manzana. 




   "La gente y sus enseres parecían evaporarse de un apartamento y otros ocupaban sin más su espacio. Qué pronto capté la naturaleza circunstancial de la mayoría de los apegos."

   Estas dos mujeres son luchadoras, independientes pero a la vez sensibles, que tienen muchos puntos en común pero a las que les ha tocado vivir momentos difíciles y con formas de ver la vida muy diferentes por el simple hecho de que el momento en que les ha tocado vivir a cada una es muy diferente.

   "Lo único que odia es el presente; en cuanto el presente se hace pasado, comienza a amarlo inmediatemente."

  "No es lo que lleva puesto, comentaba una vecina, es cómo lo lleva. No es lo que dice, sino cómo lo dice. No es la cara que pone, es la cara que tiene. ¿Entiendes a lo que me refiero?."
 

   Su madre, una emigrante rusa judía, cuya juventud transcurrió en el primer cuarto del siglo XX. Una mujer educada para casarse, cuidar de su casa y de sus hijos. Vida que llevó haciendo alarde del profundo amor que sentía por su marido. Y que a la muerte de éste mantuvo a su familia poniéndose a trabajar y que penó durante el resto de su vida su ausencia y la soledad en la que había quedado. porque para esta mujer el amor era lo más importante.


   "Si mi madre no era capaz de identificar en otra mujer reacciones a un marido o a un amante que duplicasen las suyas, no lo consideraba amor. Y el amor, decía, lo era todo. La vida de una mujer estaba determinada por el amor."

   "Si ella trabajara, él no tendría que encerrarla en casa. No estaría mal de la cabeza y podría mandar al marido al carajo. ¿No se te ha pasado por la cabeza sabelotodo?. Me he dado cuenta de que, cuando una mujer no puede mandar a un hombre al carajo, con frecuencia acaba loca."





  
    La autora, una mujer que estudió en la universidad, que se doctoró y desempeñó una profesión desde entonces, manteniéndose económicamente a sí misma. Llegó a casarse, pero después de un tiempo comprobó que no estaba hecha para ello y, rindiéndose a la evidencia, desde entonces continuó su camino sola, a excepción de aventuras esporádicas que siempre tenían fecha de caducidad.


    "Cuando después de licenciarme se enteró de que yo no era maestra, actuó como si la hubieran timado. En su mente una joven entraba por una puerta con un cartel que decía facultad y salía por otra con un cartel que decía maestra."

   "Habíamos sido iniciados, habíamos aprendido la diferencia entre las ideas que se ocultaban y las que se expresaban. Esto nos convirtió en unos subversivos dentro de nuestros propios hogares."


   "Descubrí que me horrorizaba cocinar: no podía asimilar su valor social, le daba vueltas sin parar a por qué me tocaba a mí proporcionar aquel servicio que ambos requeríamos por igual y seguí siendo obstinadamente inepta durante mucho más tiempo del necesario."



   Por eso la madre, que no comprende el modo de vivir de su hija, siempre quiere imponerle su forma de ver el mundo, su manera de vivir y hacer las cosas. Pero la hija se resiste, y su vida transcurre en una sucesión de reproches, reconvenciones y lecciones. Con el tiempo su madre se vuelve más compresiva y aunque continúa expresando su desacuerdo con la vida que lleva su hija, lo hace más por costumbre que creyendo que vaya a tener efecto.





  Es una obra de corta extensión, que se lee bien y que tiene algunas frases memorables. Me ha gustado mucho el genio de estas dos mujeres y, aunque su manera de afrontar la vida es imperfecta lo que me gusta es que son muy auténticas.


   Para los amantes de Nueva York, que yo conozco a alguna por ahí 😜, es un libro que tiene altas probabilidades de ser una buena lectura. Para los interesados en el feminismo también será una lectura de provecho. Y para el resto de lectores, no se, pero seguro que si le dan una oportunidad podrán disfrutar de un buen rato de lectura.


   "-Toda una vida pasada- dice con voz queda. Mi dolor es tan gande que no me atrevo a sentirlo. -Exacto -digo sin énfasis-. No vivida. Solo pasada."




                                                                                                       VIVIAN GORNICK



           


   Periodista, escritora y activista feminista estadounidense.